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El marido y la mujer no se habían hablado durante unos tres días... Sin embargo, el hombre recordó que tenía una reunión muy temprano en la oficina al día siguiente. Como necesitaba levantarse temprano, decidió pedirle a su esposa que lo despertara. Pero para no ceder, escribió en un papel: "Despiértame a las 6 de la mañana." El otro día se levantó y cuando miró el reloj eran las 9:30 am. El hombre tuvo un ataque y pensó: - "Qué absurdo, qué desconsiderado, ni siquiera me despertó..." En ese momento miró la mesita de noche y notó un trozo de papel en el que estaba escrito: - ¡Son las seis, levántate! Moraleja de la historia: No dejes de hablar con las mujeres, ellas siempre ganan, ellas siempre tienen la razón. y son brillantes en su venganza.
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